Aguantaron todo lo que pudieron, pero al final el dolor pudo con ellos. Los familiares de los Molina, brutalmente asesinados el 5 de noviembre de 2004, fueron expulsados de la Audiencia Provincial a los dos minutos de empezar el juicio. Cinco acusados se sientan desde ayer en el banquillo por los delitos de asesinato e inducción al asesinato.
Las familias de Amalio, Ada y Nerea no pudieron contener el dolor y la rabia que los embargó ayer por la mañana. La sección XXVI de la Audiencia comenzaba a las 10.00 horas con la elección de los miembros del jurado. En la puerta del edificio se iban agolpando decenas de parientes y allegados de las víctimas.
Ninguno de ellos podía olvidar que Amalio tenía 17 años, Ada 16 y el bebé de ambos, Nerea, sólo nueve meses. La joven familia gitana fue apuñalada en su casa de Moncloa hasta la muerte. Según las investigaciones, en el crimen pudieron intervenir hasta tres personas.
Antonio y Jose, padres de Amalio y Ada, respectivamente, llegaron temprano, acompañados de unos pocos familiares. Ambos van a acudir al juicio como testigos y por eso no tenían permitido entrar a la sala antes de su turno. Sin embargo, los demás parientes que no iban a declarar sí podían entrar.
Hacia las 13.00 horas ya había llegado una treintena de familiares de las víctimas. Todos venían resignados, con ganas de que se hiciera justicia y con pocos ánimos para revivir el dolor de hace más de dos años.
En el banquillo se sentaban David Rodríguez Vega y Emilio José Varela García, ambos acusados de ser los autores materiales del triple crimen. Además, estaban las hermanas Yolanda y Verónica Carlero Huertas y el novio de la primera, Daniel Tunde Ajayi.
Formalidades
La magistrada Susana Polo apenas había comenzado a hablar. Comenzó con las formalidades de preguntar a los acusados si sus nombres eran esos; primero a David, después a Emilio, pero ya no pudo continuar. Un hermano de las víctimas, presa del dolor, se levantó e insultó a los acusados.
Algunos de sus parientes se levantaron e intentaron calmarle. Otros se encendieron y amenazaron a los acusados. La sala estaba custodiada por casi tantos agentes de la UIP (antidisturbios) como familiares de los tres jóvenes muertos. La situación de tensión creció en pocos segundos hasta que la juez dijo: «¡Policía, desaloje la sala!».
Una mujer arrojó una botella a uno de los acusados, hubo empujones, porrazos y muchos gritos. En la entrada del edificio, la bronca continuó entre los policías y las dos familias.
Los gritos de dolor y rabia contra los acusados duraron por lo menos un cuarto de hora hasta que entre Antonio y Jose, los padres de los jóvenes y abuelos del bebé, consiguieron calmarles lo suficiente como para que bajaran las escaleras que conducen a la Audiencia y se quedaran en la calle.
Dentro, el juicio continuó a puerta cerrada, aunque ayer no declaró ninguno de los acusados. Lo primero, antes del altercado en la sala, fue elegir a los miembros del jurado. Los abogados de la defensa y la acusación tardaron casi tres horas en elegir a los nueve jurados entre 29 candidatos.
Bar Dorita
Después, los abogados leyeron sus informes. La fiscal del caso leyó en la sala su escrito de acusación, en el que considera probado que sobre las 23.30 horas del 4 de noviembre de 2004 David Rodríguez se acercó al bar Dorita, en la avenida de Betanzos de Madrid, donde estuvo acompañado por los también imputados Emilio, Daniel, Yolanda y Verónica, informa Europa Press.
«Mientras bebían -dice la fiscal-, David explicó a los presentes los problemas que tenía con Amalio, que decía que no le iba a pagar unos trabajos que había realizado. Así, los acompañantes le animaron a acabar con la vida de Amalio y le proporcionaron un cuchillo para tal propósito. Sobre las 2.30 horas, David y Emilio abandonaron el bar y fueron a buscar a la víctima a su casa. David se encontró a Amalio atravesando el patio de su domicilio donde, de forma sorpresiva, le propinó tres puñaladas que acabaron con su vida». El escrito de la Fiscalía cuenta luego la parte más dura del crimen: «Ada, la esposa del joven, de 16 años, observó lo ocurrido desde el interior de la vivienda y comenzó a gritar. Ante esta situación, David y Emilio entraron en la casa y asestaron veintiséis puñaladas a la menor. La hija de ambos fallecidos, de nueve meses, se encontraba en aquel momento durmiendo, pero se despertó por el ruido y comenzó a llorar. Los acusados, ante el temor de que sus sollozos alertaran a los vecinos, resolvieron acabar con su vida de cuatro puñaladas».
Tanto David como Emilio han pasado ya unos dos años en prisión. Yolanda y Daniel estuvieron en prisión provisional, aunque después fueron puestos en libertad.
El abogado de David, que es el principal acusado, al que en el barrio conocían como el Paleta por su profesión de obrero, anunció que pedirá la absolución de su cliente. La Fiscalía le pide 51 años de prisión por las tres muertes, y la acusación particular solicita 90 años de cárcel, 30 por cada crimen.
El letrado de el Paleta dijo que su cliente «no sabe lo que hace la mayor parte del tiempo» por su adicción a la cocaína y al alcohol. Explicó que David ha llegado a consumir nueve gramos diarios y solicitó como nueva prueba el testimonio de una perito psicóloga que trató al acusado en la cárcel.
Según este abogado, su cliente es inocente y dijo que toda la investigación policial «se basa en una llamada anónima» de un familiar del acusado con el que tiene mala relación. «Demostraré más adelante por qué había sangre de mi cliente en la casa de las víctimas», añadió. Por último, dijo que los otros cuatro acusados habían delatado a David sólo para exculparse a sí mismos.
El abogado de Emilio, en cambio, dijo que el joven se limitó a acompañar a David hasta la casa y esperó en el coche. La Fiscalía cree que en el asesinato intervinieron dos o incluso tres personas, puesto que a Ada la apuñalaron con dos cuchillos distintos y tenía marcas en las muñecas, como si alguien la hubiera sujetado. Pide 51 años para Emilio. El cadáver de Amalio tenía arañazos en la sien que podrían ser de las manos de una mujer, aunque eso no está probado.
Los tres abogados restantes se limitaron a defender a sus acusados y a argumentar que su implicación en este suceso no era ninguna o, en el peor de los casos, podría haberse limitado a hablar mal de Amalio, pero sin inducir a nadie a cometer un crimen. La fiscal pide 17 años de cárcel para cada uno de estos tres, al considerarlos responsables de la muerte de Amalio, pero no así de los asesinatos de su mujer y su hija.
HOY DECLARAN LOS CINCO ACUSADOS
A partir de las 10 de la mañana está previsto que declaren los cinco acusados del triple crimen, aunque si no da tiempo a concluir los interrogatorios la sesión se prorrogará el viernes.
La Fiscalía solicita sendas penas de 51 años de cárcel para David Rodríguez y Emilio Varela por tres delitos de asesinato. Para los otros tres acusados, Verónica y Yolanda Carlero y Daniel Tunde, pide 17 años por inducción al asesinato.
El abogado de David, el principal acusado, considerado autor material (junto a Emilio) de los crímenes, anunció ayer que pedirá la absolución de su cliente.
Está previsto que hoy haya nuevamente un gran despliegue policial en la Audiencia ante la posibilidad de que se produzcan nuevos altercados con los familiares de las víctimas de la masacre del barrio de Villaamil.
«DAVID NO SE ACUERDA DE NADA»
El abogado de David Rodríguez Vega, acusado de haber matado a los dos menores y a su bebé en noviembre de 2004 y para el que la fiscal pide 51 años de prisión, negó ayer que su representado fuera el autor de los crímenes y agregó que David «no se acuerda de nada de lo que ocurrió ese día» porque «había consumido gran cantidad de cocaína y de alcohol», informa Europa Press. «Mi cliente, en el 90% de los momentos de su vida, no es consciente de lo que ocurre a su alrededor. Es una persona que ha tenido una vida difícil y está enferma. No es responsable de sus actos. Voy a demostrar que es inocente, basándome en pruebas y no en palabrería», manifestó el letrado Javier González durante el primer día del juicio que celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid.
González aseguró al jurado popular que David no es el autor de los delitos que se le imputan y pidió su libre absolución. «No recuerda nada de lo que ocurrió ese día», sentenció. «El proceso contra mi cliente se inició a través de una llamada anónima en la que se le acusaba de las tres muertes, llamada que realizó un familiar de David que le odia. Cogieron a mi cliente porque la Policía tenía que encontrar a un culpable a toda costa», alegó González.
Por su parte, el abogado de Emilio Varela, imputado como inductor del asesinato de Amalio y coautor de la muerte de Ada y del bebé, dijo que su representado «se quedó en el coche y no hizo nada. Estoy absolutamente convencido de que José Emilio no ha matado a nadie. Además, hay una vecina que declarará como testigo que sostiene que vio entrar en la casa de la familia gitana asesinada a una sola persona».