Aunque estemos lejos del famoso Mercado de las Pulgas parisino, (uno de los centros de antigüedades y curiosidades más importantes del mundo), en Madrid también existen algunos lugares dedicados tanto a los más aficionados como a los curiosos de cualquier objeto de diseño que se precie. Se trata de tres tiendas de categoría propia, que construyen sus espacios a partir de la premisa del cambio constante, del movimiento y de la rotación de sus objetos, ya sea porque rápidamente se los quitan de las manos, o porque continuamente entran piezas nuevas. Tiendas que varían su decoración cada mes y en las que se pueden encontrar variopintas piezas, eso sí, todas con procedencia y sabor a Francia.
Cuando alguien que ha vivido de cerca desde niña el mundo de las antigüedades y que, además, se ha formado como anticuaria es lógico que tenga facilidad para atraer su atención y la de los demás en todo lo que tiene que ver con este arte. Es el caso de Sonia Rodríguez, dueña de dos tiendas contiguas que se encuentran en El Rastro y que llevan por nombre Olofane y La Europea. La primera la fundaron los abuelos de Sonia en 1952. Hoy, Olofane es un lugar especializado en todo tipo de muebles franceses de alta calidad. Una gran variedad de lámparas del siglo XVII cuelgan del techo de esta tienda en la que podemos encontrar todo tipo de apliques, cómodas, mesas y otros muebles exquisitos. Las lámparas ocupan un lugar muy importante, ya que son una de sus señas de identidad, así como las pantallas que ellos mismos se encargan de crear.
Su vecina de al lado, La Europea, se distingue por tener un toque y estilo provenzal de la Francia del siglo XIX y principios del XX. «Pero aquí puedes encontrarte también con cualquier cosa, que simplemente sea bonita», asegura Sonia. Esto es, desde un tambor de circo, una mesa de cristalero o animales disecados hasta una pareja de pelotas medicinales. Para conseguir las piezas tanto de una como de otra tienda, es Sonia quien se encarga personalmente de viajar a Francia cada dos meses para buscar y traer los muebles. «Todo lo que traemos aquí está escogido con mucho cuidado y mimo, ya que no es fácil encontrar cosas tan buenas», comenta.
No muy lejos de aquí está la calle de Echegaray, y casi en la esquina con Huertas se encuentra otra pequeña tienda con un toque no menos especial. Se trata de Tado, una especie de maravilloso bazar lleno de cachivaches de distinta índole. Traspasar su puerta es como sentirse casi como en casa. Quizá sean los vinilos que suenan permanentemente en el Roselson, o la familiaridad que pueden provocarnos los objetos que se encuentran esparcidos por la tienda, pero el caso es que este espacio invita a pasar y promete. Las cosas más dispares y sin otro denominador común que el de su propia belleza encuentran aquí su sitio, como un archivero de principios de siglo, una mesa industrial, carteles de colegio, publicidad y espectáculos, lámparas de todas las épocas y tipos, una trona francesa de bebé, un tándem de los primeros que sacó BH, o una silla de teca de la época. «Lo que sea con tal de que la gente que entre aquí se vaya a casa con una pieza buena, de calidad y a un buen precio», comenta Juan, su dueño. Nunca faltan en Tado alguna pieza de los años 50, muebles funcionales, curiosidades, y piezas de coleccionista en impecable estado. Y también los elementos orgánicos tienen importancia en esta pequeña tienda que nos traslada a algún pueblo del sur de Francia. Una pequeña huerta con tomates es lo primero que se ve al entrar en Tado y también animales disecados y cosas que «no valen para nada , más que para ser admiradas».
Además de vender sus piezas, las tres tiendas trabajan y colaboran juntas en la creación y decoración de otros espacios, como casas particulares o restaurantes. Es el caso de Beef Place, en la calle de Matías Zurrión, cuya segunda planta está decorada por Sonia y Juan y que cuenta con «una mezcla de estilos muy especial en la que cabe desde una mesa industrial hasta unos sofás tapizados con terciopelo».
El único peligro que suelen correr tanto Juan como Sonia es que a veces encuentran piezas de las que caen «profundamente enamorados» y de las que por tanto, les cuesta enormemente deshacerse. Es lo que tiene rodearse de tantas cosas bonitas.
DONDE
Olofane. Plz. General Vara del Rey, 11. Tel.: 91 365 46 50.
La Europea. Plz. General Vara del Rey, 11. Tel: 91 366 63 09.
Tado. Echegaray, 31. Tel.: 91 369 07 34.