La alcaldesa de Tres Cantos se va. María de la Poza pertenecía a un grupo independiente llamado Tres Cantos Unido (TCU). Y se va harta de la política y sobre todo del suelo. En Navidades estuvo a punto de morir. Una hemorragia producida por la tensión acumulada estuvo a punto de llevársela por delante. Pero aguantó. En los últimos años ha sufrido el acoso judicial de la oposición, de su propio partido y de algunos de sus aliados del PP. Parte de la culpa la tiene una finca llamada El Tagarral y las presiones para su recalificación.
En algunos despachos municipales han circulado convenios para llegar a un acuerdo y recalificar esta finca, hoy rústica. Pero la alcaldesa se ha negado en varias ocasiones a tratar el tema. No ha visto nunca justificada la recalificación. Tampoco está de acuerdo en que las plusvalías vayan a unas empresas privadas y los servicios los tenga que poner el Ayuntamiento y la Comunidad.
Tres Cantos (40.000 habitantes) fue condenado junto a Colmenar Viejo y la Comunidad de Madrid a pagar más de 42 millones de euros (más de 7.000 millones de las antiguas pesetas) por una desclasificación de suelo. Unos terrenos que podían ser urbanizables pasaron a ser no urbanizables por la iniciativa del Ayuntamiento de Colmenar.
Los propietarios iniciaron la reclamación judicial en el año 1987 cuando el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó de forma definitiva el Plan General de Ordenación Urbana de Colmenar Viejo. El pago a los propietarios lo tienen que hacer el Ayuntamiento de Tres Cantos, el de Colmenar, pues los terrenos pertenecieron a esta localidad hasta su segregación, y la Comunidad de Madrid por aprobar definitivamente el Plan General.
La Comunidad y los dos ayuntamientos podían haber pagado y se acabó. Pero no se ha producido un acuerdo y el asunto está pendiente de ejecución de sentencia.
Los dueños de las tierras estaban cansados de esperar. Después de casi 30 años de pleitos muchos habían muerto y sus herederos tenían poca fe en cobrar.
Pero Tres Cantos tiene muchos atractivos. Está cerca de Madrid, tiene buenas comunicaciones y, además, el terreno en cuestión, El Tagarral, está próximo a la joya del Soto de Viñuelas, un magnífico pulmón verde repleto de animales. Y comenzó la ofensiva. Luis Norzarela (Nozar) y Fernando Martín (Martinsa) compraron a los herederos de El Tagarral la finca.
A pesar de que el terreno no es urbanizable la sociedad formada por estos dos empresarios pagó 180 millones de euros (30.000 millones de pesetas) por el Tagarral.
El objetivo de la empresa, según fuentes municipales, es construir entre 4.000 y 5.000 viviendas. Algunas personas más críticas hablan de que «han intentado que la Comunidad patrocine la construcción de una Ciudad de la Ficción, algo así como una Ciudad de la Imagen 2 para dar un sentido más práctico al pelotazo que se prepara».
Miguel Aguado, candidato del PSOE en Tres Cantos, aseguró a este periódico que su grupo se muestra contrario a la recalificación, lo que ha dejado tranquilos a los votantes de ese partido y a las personas más progresistas de la localidad.
Muchos ciudadanos habían visto con preocupación la ofensiva judicial que había emprendido el PSOE contra la alcaldesa. Aguado dice que esa fase se ha terminado. En el último caso el juez fue muy duro con el abogado del PSOE, Javier Ledesma, por «hacer una pretensión tan inconsistente». Ledesma fue abogado del Ayuntamiento de Ciempozuelos, cuyo alcalde está acusado de llevarse importantes comisiones por recalificación de terrenos, y de Prosci, una asociación de empresas que acusaba en Ciempozuelos de robo a cinco personas por apropiarse de un millón y medio de metros, algo no demostrado.
Aguado desmintió que el PSOE tuviera intereses en la recalificación de estos terrenos, tal y como se daba a entender desde otras fuerzas políticas, que han destacado la casualidad de la presencia de Ledesma en operaciones del PSOE que están siendo investigadas por la Justicia.
Aguado, que se desmarca de la táctica del acoso jurídico, dice que la empresa pretende construir un número de viviendas que sumadas a las del Plan General doblarían la población en poco tiempo.
LOS CONSTRUCTORES VISITAN, EL FISCAL VIGILA
Luis Nozarela y Fernando Martín, dos de los principales empresarios españoles de la construcción, han ido a visitar a la alcaldesa de Tres Cantos para explicarles los beneficios que supondría esta operación.
María de la Poza dijo a Europa Press que «en el momento actual del municipio, con un Plan General en desarrollo, no está justificado, entre otras cosas porque la labor de los responsables políticos debe estar dirigida al interés, al bien de los vecinos». Añadió que la recalificación de El Tagarral «entraría un poco en contradicción con la calidad de vida» de la localidad.
«El Ayuntamiento -añadió de la Poza- está desarrollando un PGOU moderado y sostenible bajo los mismos parámetros de calidad que Tres Cantos tiene ahora, con una densidad de viviendas incluso inferior a la media actual, que no llega a 21 viviendas por hectárea».
La alcaldesa se retira sin poner en marcha el proceso de recalificación.
Los vecinos de Tres Cantos contrarios a que se construya en esa zona, que pertenece al Parque Regional de la Cuenta Alta del Manzanares, tienen aún esperanza en que no se levanten las casas.
Fuentes municipales indicaron que el fiscal de Medio Ambiente, Emilio Valerio, conocedor de la situación que están atravesando estos terrenos, estará atento a cualquier movimiento irregular que se produzca en la zona.
