«He intentando recrear la apasionante época de Dante, y salvo los crímenes que suceden en la novela y el secuestro del autor, todo lo demás es histórico», confesó Javier Arribas, que debuta en la novela con esta obra y que ha tenido muy claras sus referencias en esta época de confusión y de tantas novelas seudohistóricas o esotéricas. «Me gustaría considerarme heredero de Umberto Eco», señaló, «pero no sé hasta dónde habré llegado. También soy consciente de que el cine es una influencia de la que ya nadie se puede librar», señala el autor, que añade que su novela es un homenaje a Dante y una reflexión sobre el poder.

«El poder nunca tiene bastante. Se puede alimentar indefinidamente, por eso se necesitan mecanismos de control», añadió el ex ministro López Aguilar, quien matizó que es la reflexión de toda una vida, no de ningún momento puntual.

El poder está muy presente en esta novela, ya que Dante siempre anduvo próximo a él hasta que fue desterrado. Ése es el momento histórico que toma Javier Arribas para poner en pie su novela, cuyo planteamiento resulta apasionante: en Florencia se están sucediento una serie de horribles crímenes inspirados en los tormentos del Infierno, la obra de Dante. Así que este autor es secuestrado de su destierro y llevado a Florencia para que averigüe quién es el autor de aquellos crímenes.

«Me interesaba saber qué sentiría Dante si hubiese vuelto a Florencia, algo que nunca ocurrió, pues no aceptó regresar sin honor», apunto Javier Arribas. «Aquí, en la novela, además tiene que moverse en un ambiente popular, muy alejado de los círculos del poder que conoció».